Gramática musical
Para determinar y definir un concepto en música y en muchas otras carreras se debe conocer, desde la raíz, lo que se plantea y entender la naturaleza de cómo está constituido y que elementos le permiten identificarse.
Es necesario, también, poner en práctica esos conceptos para conocer mejor su función. Las personas generan diferentes tipos de habilidades y con esto se desempeñan mucho mejor en su campo de acción como músicos, no hay que sentirse mal si hay habilidades que uno no tiene muy bien entrenadas, de igual forma es un hábito y una actitud que se construye cada día hacia un tipo de actividad específica.
Es normal ver intérpretes que no entienden las lógicas teóricas de lo que ejecutan y ver teóricos que saben cómo se emplea la teoría pero no la aplican muy bien al interpretar.
Con esto le doy entrada a la importancia de lo teórico, correspondiente a entender los principios del conocimiento musical y a la gramática, enfocada en lo práctico de los elementos vistos en la teoría. Como ves estos dos aspectos van siempre de la mano.
Teoría musical
En la teoría iniciamos con conceptos básicos que nos funcionan como principios para nuestras primeras creaciones musicales e inclusive, funcionan para entender cómo están compuestas aquellas piezas que tanto nos gustan.
Conocemos las alturas y al inicio su función dentro de una jerarquía tonal (Giros Melódicos), en lo armónico la construcción de intervalos, acordes (triádicos, cuatriadas y con extensión) y sus funciones, además de conocer otros conceptos como las dominantes secundarias, préstamos modales, modulación entre otros.
También, las dinámicas, que en pocas palabras se describen como el nivel de intensidad de la altura, la distribución de las notas en un lapso de tiempo “el ritmo”, la articulación y acentos que definen una frase y que la ayudan a diferenciarse de otra. Conocemos nuestras primeras nociones de timbre a partir de cómo está constituido en la serie armónica.
En lo personal, lo teórico se empieza a entender al abordar lenguajes de diferentes géneros y épocas, entender cómo todo lo anterior mencionado fue aplicado en su tiempo y también arriesgarse a escribir, pienso que es la mejor manera de aprender.
Ahora, en la gramática de forma práctica usamos todo lo mencionado anteriormente aplicado al solfeo y al entrenamiento auditivo.
En el Solfeo vamos paso a paso, primero conociendo las notas en las diferentes claves, rezando (solfeo hablado) y luego si entonando; es como cuando un niño empieza a leer. Con entrenamiento se va poniendo más dificultad y se va agregando las dinámicas, ritmos más complejos y saltos de altura más difíciles.
En la armonía por su parte, se empieza a manejar otros conceptos que ya mencione, como el reconocimiento de acordes, progresiones e intervalos. Este proceso se aborda en lo auditivo a partir de la transcripción, pero también de forma autónoma se lleva el proceso.
Ten en cuenta que no siempre el maestro tiene que estar detrás del alumno, tiene que haber empatía del alumno con el tema.
Es importante que uno como estudiante lleve su proceso de forma consciente y si uno nota dificultad en cierto tema, tanto en entrenamiento auditivo como en el solfeo, es preciso trabajar sobre el error y mejorar.
También invitó tanto a maestros como estudiantes a buscar herramientas que les permitan enseñar o entender de formas más fáciles los temas, quizás entender lógicas de otros maestros o recursos que hasta parecen bobos pueden nutrir al proceso.