Así pues, los modelos pedagógicos nos ayudan como docentes a enfocar nuestro proceder en pro de lo que buscamos desarrollar y la forma en que deseamos mover a nuestros alumnos hacia determinado conocimiento. Aspectos que definitivamente son de suma importancia a la hora de transmitir y desarrollar habilidades de forma coherente, interesante y efectiva para los alumnos.

En artículos anteriores hemos hablado de la educación tradicional, de cómo se desarrollaba y sus limitantes. En este nos dedicaremos a modelos contemporáneos, en los cuales cada vez más se evalúan las necesidades (no solo académicas sino personales) del alumno. Sin embargo, debemos tener en cuenta, que si bien podemos seguir un modelo específico, también podemos hallar herramientas en los demás que podemos incorporar a nuestros métodos de enseñanza. Existen muchos modelos educativos en la actualidad, mencionaremos algunos de los más importantes:

Este modelo comparte el aprendizaje desde la importancia de la experiencia del modelo experiencial, pero estas se dan desde un entorno planteado por el docente y pensado en el desarrollo de conocimientos específicos. Los alumnos interpretan y entienden habilidades, conductas y su propio entorno mediante su experiencia y lo asimilan, para lograr así un aprendizaje significativo.

Claramente aquí el estudiante es el centro del aprendizaje y debe haber una relación equiparada de el estudiante, el alumno y el contenido que se quiere abordar, dándole relevancia a cada una para lograr un equilibrio idóneo, de forma que el estudiante pueda optimizar al máximo sus capacidades, creando también personas que se preocupan por su aprendizaje e investigan aquello que no conocen.